Su Santidad Francisco, a través de la Nunciatura Apostólica en Panamá, hizo llegar a la Arquidiócesis de Panamá una donación de termómetros digitales que fueron entregados al gobierno nacional, para ser destinados a los centros penitenciarios, a las poblaciones indígenas y los migrantes.
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La entrega estuvo a cargo de Monseñor José Domingo Ulloa y del encargado de negocios a.i. de la Nunciatura Apostólica en Panamá, Reverendo padre Gilber Tsogli y fue hecha a Alejandro Ferrer, Ministro de Relaciones Exteriores.
Con este gesto del Papa muestra una vez más su opción por aquellos más vulnerables, y también que tiene a Panamá en su corazón, manifestó monseñor Ulloa, luego del acto de entrega de los termómetros digitales.
Es una realidad el alto riesgo que tienen los migrantes, los internos de las cárceles y los indígenas, donde las medidas de contención del COVID-19 se hacen muy difícil de aplicar, por el hacinamiento y el acceso a los servicios básicos.
En nuestro país es preocupante la sobrepoblación de las cárceles, que tienen cerca de 17.800 internos. Según el Ministerio de Gobierno, al 4 de junio 665 presos habían contraído coronavirus. En la cárcel de Santiago en Veraguas, a 313 de los 500 detenidos les dio positivo el test de coronavirus. Uno de ellos falleció.
Por otra parte, existen en Darién dos centros migratorios que presentan una grave situación de hacinamiento y que, en ambos casos, han tenido casos confirmados de Covid-19. En mayo de 2020, en la estación La Peñita había 1.694 migrantes, un número siete veces mayor a la capacidad máxima de ese centro, según datos de autoridades panameñas.
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La población indígena en Panamá, es el 11% de los casi 4 millones de habitantes, ubicados en su mayoría en cinco comarcas, que son de difícil acceso. En estas poblaciones los casos de Covid-19 se están incrementando, según las autoridades.